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C
armen
A
lonso
F
ernández
Materiales y técnicas constructivas de las vías romanas: la vía
De Italia in Hispanias
PYRENAE,
núm.
46
vol.
1
(2015)
 ISSN: 0079-8215 EISSN: 2339-9171 (p. 109-129)
el tronco y los terraplenes. El material puede ser limo muy tamizado o grava mezclada
con arena. Las características geológicas del tipo de limo utilizado determinan que no
forma parte del ambiente inmediato del camino. El tronco alcanza una potencia máxima
de 70 cm, pero en origen fue superior, ya que no se conserva la superficie de rodadura.
El segundo modelo constructivo es más complejo y coincide con la existencia de grava
en el sustrato geológico. Consiste en la formación de una caja o tronco, de tanta sección
como superficie de rodadura convenga, a partir de grava de canto rodado muy compactada
y mezclada con arena y arcilla. Este material, de hasta 50 cm de grosor, forma la cimenta-
ción de la vía. Por debajo puede existir una capa de arcilla que nivele el terreno. Sobre la
cimentación se coloca otra capa, en este caso de limos mezclados con gravas o de gravas
mezcladas con arena y arcilla, que conserva una potencia media de 25 cm. El uso del cami-
no desde época romana hasta la actualidad ha conllevado la desaparición parcial de este
estrato y también de los bordillos, aunque estos han sido identificados parcialmente en uno
de los seccionamientos. El material elegido para su construcción fueron grandes guijarros
de cuarcita. En otro seccionamiento no hay bordillos, pero las piedras de la cimentación
aumentan en grosor hacia el exterior y ayudan a contener el material. Finalmente, se
adosan los terraplenes a ambos lados del tronco; en este caso, de limo muy compactado.
Este modelo está asociado a una escasa preparación previa del terreno y está adaptado
a los tramos en cuesta. El terreno ha sido nivelado en longitud para reducir la pendiente,
aportando materiales en busca de la horizontalidad. Esta nivelación también se observa
en el diseño transversal: la vía tiene grandes terraplenes en el lado norte porque fue cons-
truida a lo largo de un desnivel. Observamos que sus constructores hicieron coincidir el
final del desnivel con el final del terraplén, garantizando la escorrentía de las aguas y que
el camino no se inundase.
En cuanto a la procedencia de los materiales utilizados, la mayoría es de origen
local, aunque actualmente no son reconocibles las canteras: grandes cuarcitas de los
Fig. 7.
 La vía romana entre las mansiones Tritium (Tricio) y Libia (Herramélluri) en La Rioja: superficie de rodadura actual (izquierda)
y aspecto de uno de los terraplenes (derecha).