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Clasificación tipológica de la arquitectura doméstica romana
76
PYRENAE,
núm.
45
vol.
2
(2014)
ISSN: 0079-8215 EISSN: 2339-9171 (p. 59-93)
do un peristilo por un atrio. Este es un caso para reflexionar si realmente es una unidad
doméstica que se pueda identificar como casa de atrio (fig. 12, casa 34) (Cortés, 2014).
En la ciudad romana se pueden observar casas de atrio hermanas de las casas de atrio
vesubianas, como son las primeras fases de las viviendas n.º 1 (unidad doméstica n.º 30)
y 2B (unidad doméstica n.º 32). De esta ciudad también se documenta una casa de atrio
más tardía (casa n.º 2ª, unidad doméstica n.º 31), que se organiza interiormente con el
espacio reducido dejado por el ensanchamiento de su parcela vecina, con una increíble
capacidad de adaptación de sus necesidades. Finalmente, en
Tarraco
se constata una casa
de atrio (casa de la c/ Gobernador González n.º 7, unidad doméstica n.º 46) con un posible
impluvium
, pero sin el registro de un
compluvium
y, por tanto, interpretada con la tipología
tan interesante de atrio ‘displuviado’ (Cortés 2010: 512-514).
Casa de atrio y peristilo
Esta tipología es la más admirada y conocida de las casas romanas, la más representada como
ejemplo de vivienda acomodada; recogida por Vitruvio (VI, 5) como la casa idónea en época de
Augusto para la clase privilegiada. Durante los últimos siglos de la República en Italia, a la anti-
gua casa de atrio se anexiona un nuevo cuerpo centrado en un peristilo. Este, de origen griego
y oriental, aporta un cambio de concepción en la casa itálica, helenizando una parte del espacio
doméstico y sus funciones. El peristilo se transforma en el área de desarrollo de actos exóticos
y de juegos de poder. La introducción del peristilo condiciona el antiguo sector del atrio, pero
sin desplazarlo; todo él se convierte en una zona pública y de recepción de los clientes. El atrio
sigue teniendo significado y un rol social dentro de la casa (Ellis, 2000: 31-32). En cambio, el
sector del peristilo, de carácter más privado, está reservado a los privilegiados; el acceso a este
sector es entre iguales y amigos. Esta separación se marca muy conscientemente a través de la
arquitectura entre el sector del atrio y del peristilo, sin un esfuerzo de integración del cuerpo
del peristilo en la antigua estructura. De esta manera la diferencia de la estratificación social
romana también se hace patente en la estructura de la casa (Dickmann, 1997: 136). Ahora
bien, según la reflexión de Wallace-Hadrill (1997: 240), las transformaciones que denota la
sociedad romana en este final de República no son un producto de la incorporación de estas
nuevas estructuras arquitectónicas provenientes de Oriente y de Grecia; tampoco son los cam-
bios sociales la causa de la transformación arquitectónica de la casa itálica. Más bien se podría
considerar un diálogo entre la evolución social y la arquitectura que se va transformando.
Así pues, la casa de atrio y peristilo, fruto de una trayectoria histórica y arquitectónica,
es en definitiva una casa con dos áreas de circulación muy marcadas que se extiende por
diferentes provincias del Imperio y de la que se han podido observar algunos ejemplos en
el noreste de la Península Ibérica. Lógicamente, Pompeya y Herculano ofrecen un marco
incomparable para el estudio y observación de esta tipología, recogida por Wallace-Hadrill
en el tipo 4A (1991: 211-214; 1994: 81-82) (fig. 13).