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Clasificación tipológica de la arquitectura doméstica romana
PYRENAE,
núm.
45
vol.
2
(2014)
 ISSN: 0079-8215 EISSN: 2339-9171 (p. 59-93)
(DeLaine, 2004: 148). Finalmente, la mayoría de las veces hay que recurrir a su situación
en planta para poder identificar las habitaciones, lo que, como bien señala DeLaine, puede
encaminar hacia argumentos circulares, donde una hipótesis justifica la otra.
A pesar de las dificultades para identificar los espacios, la entrada y la sala principal son
habitaciones de más fácil reconocimiento y, afortunadamente, como se ha comentado,
son dos elementos muy importantes dentro de la estructura de la casa. Pero hay un tercer
elemento vital que entra en juego dentro de la casa relacionándose con los dos anteriores:
el espacio de circulación y distribución de la casa. En torno a los espacios de circulación
se han desarrollado interesantes teorías (Ellis, 1999), determinándose básicamente por la
distinción entre lo público y lo privado. Este espacio, conjuntamente con la decoración de
la casa, es lo que permite al visitante de una
domus
acomodada distinguir la zona pública
de la privada y, según su relación con el patrón de la casa, el nivel de acceso que tendría
dentro de la vivienda. El espacio de circulación, además de esta funcionalidad de roles entre
el espacio público y el privado, tiene el servicio básico de distribuir en el interior de la casa
tanto a los visitantes como a los que habitan en ella. La morfología de este tipo de espacio
distribuidor, o la existencia de este o no dentro de la estructura doméstica, deviene el
elemento básico para poder clasificar los diferentes restos domésticos.
La tipología de las casas urbanas de las ciudades romanas catalanas toma como ele-
mento determinante de clasificación el espacio de circulación. En muchos de los restos no
era posible definir la relación entre la entrada y la habitación principal, por falta de identi-
ficación de las funciones o la falta de visión de la planta completa del edificio (muchos de
los restos se encontraban en ciudades actualmente urbanizadas). En cambio, había un por-
centaje más elevado de restos en los que se podía observar la existencia o no de un espacio
más distribuidor que los demás y, cuando la casa contaba con este espacio, definir a qué
tipo de área de distribución y circulación pertenecía. Para identificar las distintas tipologías
de este tipo de espacio, sí que resultaba muy significativo poder determinar la función del
resto de espacios, sobre todo la entrada y la sala principal. Con estos conocimientos de las
estructuras arqueológicas y las características morfológicas del espacio se podía determinar,
por ejemplo, si se trataba de una casa de atrio o de peristilo, o si contaba con duplicidad de
áreas de circulación como la casa de atrio y peristilo, pero también si era una casa simple
sin espacio distribuidor o casas que no pertenecían a las tipologías anteriores, pero contaban
con un espacio que distribuía más que los demás, fuera cubierto (como un pasillo) o descu-
bierto (como la casa de patio interior). Tomando este ámbito de distribución y circulación
como elemento vertebrador de la tipología, se podían clasificar más restos domésticos. Por
otra parte, si no se contaba con toda la información necesaria para la identificación de las
tipologías más clásicas, como las de atrio y las casas de peristilo, y se clasificaba una de estas
dentro de la tipología de casa de espacio distribuidor, no era una identificación errónea
esencial de esta casa. Hay que tener presente que las casas de atrio y las casas de peristilo
son un modelo concreto de casa con un espacio distribuidor descubierto.
Lamentablemente, en algunas casas, por el estado y parcialidad en que se encontra-
ban, no se ha podido averiguar la existencia o no de este espacio distribuidor. También