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Clasificación tipológica de la arquitectura doméstica romana
62
PYRENAE,
núm.
45
vol.
2
(2014)
ISSN: 0079-8215 EISSN: 2339-9171 (p. 59-93)
evidencias materiales y desde la perspectiva vital actual, es una tarea más que compleja.
Aun así, el primer paso para poder reflexionar sobre la sociedad de esta cultura antigua
es la evaluación y clasificación previa de estos restos materiales. Consecuentemente, es
necesario crear una tipología lo más objetiva y rigurosa posible para poder extraer unas
buenas conclusiones sobre la calidad y cantidad de la vivienda de los antiguos, para así,
posteriormente, poder trabajar sobre la sociedad, forma de vida, clases sociales, etc.
Evidentemente, este trabajo no es el primero en elaborar una tipología para la clasi-
ficación de los restos domésticos urbanos; desde hace tiempo se ha avanzado mucho en
la identificación de los diferentes modelos urbanos.
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El análisis ha tenido en cuenta todos
esos estudios precedentes para realizar una clasificación lo más objetiva posible. De hecho,
hay muchos factores que intervienen en la creación de la estructura de la casa y su cons-
trucción y no es fácil determinar cuál de estos componentes predomina en la elaboración
de una tipología. En diferentes áreas geográficas englobadas dentro del Imperio romano,
la elaboración de una tipología de las casas urbanas consiste en examinar la relación entre
los diversos espacios que las forman, incidiendo en el ingreso y en la sala de representación
principal. Como describe Bonini (2006: 170), éstos son los elementos considerados fuertes
para que condicionen el proyecto estructural y el recorrido de fruición. Utilizando dichos
elementos, destaca la clasificación desarrollada por Rebuffat (1969) en las casas de peris-
tilo del norte de África, según la cual, a partir de la posición del vestíbulo y del
triclinium
principal, surgen los diversos tipos.
Ahora bien, para poder examinar esta relación se debe conocer muy bien la definición
y la funcionalidad de cada uno de los espacios. Uno de los elementos importantes para
comprender realmente la función de estos espacios individuales (o estancias) es su mobi-
liario, a pesar de que, exceptuando las poblaciones vesubianas, casi nunca se conserva.
En referencia al material de las estancias, es muy interesante el estudio de Allison (2004)
sobre los hallazgos de las casas pompeyanas. Allison demuestra cómo la función que tra-
dicionalmente se aplican a una habitación, por su situación dentro de la planta, algunas
veces no coinciden con la utilización real que indican los hallazgos materiales. Incluso, a
esa sala destinada en el momento de la edificación a una función concreta, la vida coti-
diana le puede otorgar un servicio diferente. Pero, si no se cuenta con estos hallazgos,
otro elemento para definir los espacios de la casa es la decoración interior, tanto pictórica
como de sus pavimentos. Estos datos aportan información funcional, aunque no siempre
su estado es el idóneo; sus restos arqueológicos pueden conducir a conclusiones erróneas
4. Para estudios sobre tipologías de regiones y ciudades concretas, véase Étienne,1967; Rebuffat, 1969; Balil, 1972a,
1972b y 1973; Strocka, 1977; Hoffman, 1980 y 1984; Balty, 1989; Wallace-Hadrill, 1991 y 1994; Bruno y Scott,
1993; Cottica, 1994; De Kind, 1998; Pirson, 1999; Perring, 2002; Allison, 2004; Bonini, 2006; Ghedini, 2003, De
Albentiis, 2008, y DeLaine, 2012, entre otros. Para reflexiones tipológicas generales y discusión de tipológicas con-
cretas, véase Graham, 1966; Packer, 1971; Tamn, 1973; Evans, 1978; Ward-Perkins, 1981; De Albentiis, 1990;
Dwyer, 1991; Mar, 1995; Dickmann, 1997; Meyer, 1999; Ellis, 2000; DeLaine, 1999 y 2004; Gros, 2006; Guidobaldi
y Pesando, 2006; Alisson, 2007, y Es-Sadra, 2008, entre otros. Para las últimas síntesis en arqueología doméstica,
puede consultarse Bentz y Reusser, 2010; Jansen, Koloski-Ostrow y Moormann, 2011; Glowacki y Vogeikoff-
Brogan, 2011; Anguissola, 2012; Balch y Weissenrieder, 2012, y Bonetto
et al
., 2012, entre otros.