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C
armen
A
lonso
F
ernández
Materiales y técnicas constructivas de las vías romanas: la vía
De Italia in Hispanias
PYRENAE,
núm.
46
vol.
1
(2015)
 ISSN: 0079-8215 EISSN: 2339-9171 (p. 109-129)
En 2001 se realizó una excavación arqueológica en Logroño, cerca de
Vareia
y del
lugar de nuestras excavaciones (Luezas, 2001). La vía presenta en sección un ligero abom-
bamiento del 10 %. En la estructura se identificaron dos estratos: el superior, de grava
fina de 12 cm de potencia y la cimentación, compuesta por una capa de grava y piedras
de 40 cm de potencia. La vía conserva uno de los bordillos, ejecutado con lajas de marga.
En el sondeo arqueológico realizado junto a la mansio
Virovesca
(Briviesca, Burgos),
la superficie de rodadura de la vía es de 6 m y la de explanación, de 12 m. En este caso, la
cimentación tiene doble capa de piedras de yeso de unos 55 cm de grosor y está flanqueada
por bordillos. Entre las dos capas hay un fino recebo de arena. El material de la capa supe-
rior es de menor calibre que el de la inferior y tiene cantos de cuarcita mezclados. Sobre la
cimentación se documenta la superficie de rodadura a base de grava fina, mientras que los
taludes fueron realizados con la tierra extraída de la explanación inicial. Hay que destacar
que la grava no está presente de manera natural en el territorio inmediato y puede haber
sido transportada desde una distancia de unos 10 km (Moreno, 2013: 17).
Entre
TritiumAutrigonum
(Monasterio de Rodilla, Burgos) y
Deobrigula
(Tardajos, Burgos),
han sido realizadas numerosas excavaciones arqueológicas. En este territorio el nivel geológico
es de dos tipos: de arcilla o de roca caliza. Por otra parte, en la mayoría de los lugares exca-
vados la vía responde al mismo modelo constructivo: sobre el nivel natural, explanado o no,
se construye una cimentación de entre 20 y 50 cm de grosor. El material utilizado es piedra
caliza, mezclada con grava que contiene en mayor o menor proporción grandes piedras calizas.
En ocasiones, y como hemos visto entre
Tritium Magallum
y
Libia
, entre el nivel geológico y
la cimentación hay una capa de arcilla de pocos centímetros con función niveladora. Sobre
la cimentación puede haber una nueva capa, en esta ocasión de arcilla y arena con aporte
variado de piedras de calibre más fino, o directamente la superficie de rodadura. Esta es de
grava de cuarcita fina, que puede contener algo de caliza. Los taludes son de arena o de arcilla
y arena mezclada con algunas piedras. En algunos seccionamientos, como los realizados en
las localidades de Fresno de Rodilla y Quintanapalla (Burgos), los terraplenes tienen al inicio
desarrollo horizontal para descender finalmente. El estado de conservación de la vía en Fresno
de Rodilla permite definir unas dimensiones de entre 5 y 5,5 m de anchura, para la superficie de
rodadura, y de entre 9 y 12 m, para la de explanación. La existencia de bordillos a lo largo
del camino es evidente a simple vista; han aparecido en algunas excavaciones arqueológicas
tal como afirma e ilustra I. Moreno (2013: 35), pero en las excavaciones coordinadas por este
autor, las más numerosas, no han sido identificados (Moreno, 2011: 22-58).
Con menos frecuencia, la vía está conformada por un aporte de piedras calizas con gra-
vas de calibres variados que forman tanto el tronco como los taludes. Sobre la cimentación,
hay una capa de material más fino sobre el que se extendería la superficie de rodadura.
Este modelo constructivo ha sido documentado en la localidad de Hurones y en la ciudad
de Burgos. Por último, en uno de los sondeos realizados en Quintanapalla, la vía parece
responder a un modelo pluriestratificado. La excavación solo ha sido realizada sobre una
pequeña superficie de 2,6
×
1,5 m (Moreno, 2011: 35), por lo que se desconocen las carac-
terísticas de los taludes y si existen o no bordillos. La cimentación también es una mezcla