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C
armen
A
lonso
F
ernández
Materiales y técnicas constructivas de las vías romanas: la vía
De Italia in Hispanias
118
PYRENAE,
núm.
46
vol.
1
(2015)
 ISSN: 0079-8215 EISSN: 2339-9171 (p. 109-129)
formado por su evolución natural, originariamente cal o cemento. Cabe destacar que en el
DRX no se ha detectado yeso y que la ausencia de ceniza puzolánica determina que puede
tratarse de un mortero de cal. Este mortero fue aplicado en la superficie y penetró en la
grava. La ausencia de minerales de arcilla en la muestra analizada, a excepción de la caoli-
nita asociada al sedimento detrítico, implica dos cosas más: la grava empleada, además de
seleccionada, fue lavada y el tipo de cal viva fue del subtipo cal grasa. Este tipo de cal, con un
escaso porcentaje de arcilla, permite un asentamiento lento y progresivo de la construcción
y un excelente reparto de las presiones. El hallazgo es relevante, ya que el uso de mortero
de cal en las vías romanas fue muy excepcional (Adam, 2005: 76, 301), aunque el texto de
Statius parece revelar su uso:
illi saxa ligant opusque texunt cocto pulvere sordidoque tofo
(otros
encajan las piedras y completan la obra con cal cocida y toba cenicienta).
La superficie de rodadura tiene un abombamiento central con una diferencia de cota
de 15 cm entre la zona central del
agger
y la más exterior, y una inclinación estándar de 6º
que configura el peralte para la evacuación de las aguas. Sobre la superficie se han identi-
ficado los restos de un recebo formado por arena y grava fina, conservado especialmente
en las zonas menos transitadas próximas al borde del camino. Esta circunstancia, junto
con la existencia de rodadas de carros en la zona central y el perfecto acabado, determinan
que se trate de una superficie final.
Durante el proceso de construcción del tronco también se construyeron los bordillos:
los
umbonibus
que menciona Statius. Dentro de las gravas, en las dos aristas del tronco, se
colocó una alineación de lajas de marga cristalizada perfectamente escuadradas al exte-
rior, de formas rectangulares y alternadas con grandes cuarcitas. La marga es un material
inexistente en el entorno inmediato y desconocemos la posible cantera de procedencia.
En otra excavación arqueológica realizada en la vía próxima a este lugar (Luezas, 2001),
apareció igualmente este material en el único bordillo descubierto.
Una vez construidos el tronco y los bordillos, fueron adosados los dos terraplenes. El
material utilizado fue limo de arcilla y grava dispuesto en dos estratos contiguos. El primero
conforma una superficie horizontal y el segundo la superficie en pendiente. Juntos tienen
hasta 3,60 m de anchura y una potencia que en el norte alcanza 50 cm. La inclinación en
el terraplén sur es de 10º y la unión con el tronco se realiza mediante una línea de cuar-
citas superpuestas al bordillo. En el terraplén norte la inclinación es de 20º-25º y se adosa
directamente al tronco. En ambos casos cubren los bordillos, porque fueron diseñados para
no ser vistos. El punto de unión entre la superficie de rodadura y los terraplenes forma la
cuneta: una ligera depresión que sirve para desalojar el agua del camino.
El material utilizado en las zonas más próximas a la superficie del tronco fue el limo,
algo no casual, ya que el tipo elegido es particularmente plástico. Se trata de un material
que tiene la ventaja de incrementar la impermeabilidad y evita que crezca la vegetación,
mejorando la evacuación del agua y el mantenimiento del camino. Esta técnica se sigue
utilizando en la construcción de las carreteras actuales. El origen del limo es local, está
presente en las inmediaciones formando parte de las terrazas del río Ebro, pero fue pre-
viamente seleccionado por que está libre de piedras. La zona más exterior del terraplén es